jueves, 21 de enero de 2016

Didáctica de la escritura - Donald H. Graves

CÓMO AYUDAR A LOS NIÑOS  ESCOGER TEMA

Los niños mayores tienen dificultades para escoger temas sobre que escribir. Un niño escribe sobre un tema porque piensa que sabe algo al respecto. Con la experiencia a limitarse y a escoger elementos de su propia vida en los que tiene cierto conocimiento.
Los profesores que ayudan a los niños a escoger sus propios temas no facilitan la opción libre.

¿Qué hacen los profesores?

Conocer a los niños

Conozco a los estudiantes hasta que trato de escribir sus nombres de memoria. Desde el principio debe quedar claro que el profesor no es un tipo de imagen consagrada que otorga el don de los temas. Lo mejor confirmación proviene de los mismos niños que toman nota de lo que saben los otros alumnos.

Los fundamentos de la experiencia personal se pone de manifiesto en los informes especializados, en la escritura imaginativa, entrevistas y en el trabajo en las áreas de contenido. 

Dejemos que los niños se ayuden entre sí

Los niños toman un elevado porcentaje de ideas a partir de los diversos temas de sus compañeros. Algunos niños necesitan ayuda para ver que materiales son dignos para compartir; el alumno puede resistirse a poner en común su trabajo.

Este trabajo compartido no pasa de ser una selección que no exceda de los tres o cuatro minutos. El niño expone un primer borrador o un párrafo y los demás escuchan respondiendo la información que contiene.

Los temas y los períodos en los que falta la inspiración

Cinco o seis niños escribirán sobre temas candentes que son aquellos ante los que el niño tiene una sensación siempre presente de plenitud al escribir su obra.
Todo escritor tiene períodos en las que la falta de inspiración en los temas. Los niños necesitan escuchar manifestaciones de que todo va bien.

Imágenes de la Evolución de la Escritura




Evolución de la Escritura

Los egipcios escribían con jeroglíficos; los signos escritos representaban sonidos o palabras, pero nunca letras, como ocurre en nuestros alfabetos modernos. Los semitas utilizaron en signos fonéticos. Pero cuando se desarrollaron las comunicaciones entre los pueblos se hizo necesario un sistema de transcripción que pudiera ser utilizado por todas las lenguas habladas en Oriente Medio. En Ugarit se utilizan treinta signos, cuyo abecedario los enumera en un orden que será más tarde el orden alfabético. El alfabeto semítico antiguo se extiende por todo el Mediterráneo, a partir de una época no determinada aún. El primer texto descubierto es una inscripción sobre la tumba del rey Ahiram, de Biblos (del siglo XI) que pone: AHRM (Ahiram) MLK (Malik: rey) GBL (Gebal: Biblos). Este alfabeto fenicio sólo tiene consonantes y el texto se lee de derecha a izquierda. Este alfabeto fue adoptado por los arameos y los hebreos, más tarde, los griegos y los etruscos lo introdujeron en Europa occidental.



Entre el V y IV milenio a.C. aparecieron los primeros códigos de escritura, en Egipto, Mesopotamia y China. También se inventaron otras escrituras ideográficas, como la hitita, la cretense y la cuneiforme de los sumerios; sin embargo, la verdadera revolución de la escritura vendría con la utilización de un código fonético: el alfabeto. Aparecido a mediados del II milenio a. C., el alfabeto se difunde en pocos siglos por todo el Oriente Medio. El alfabeto arcaico de los griegos se transmite a los etruscos y a los latinos. Hoy utilizamos la forma latina de este alfabeto, y su éxito se debe al Imperio romano, que lo difundió en la actual Europa. Con el contacto con muchos idiomas distintos el arameo cambió hasta llegar a morfologías más curvas, entrelazando varias letras y dando origen a escrituras como el sirio o el avéstico en Persia. En India nació el alfabeto Brhami, que en los siglos posteriores se difundió dando origen a más de doscientos alfabetos distintos. Con la expansión del Islam el alfabeto se difundió en un área muy extensa, entre España y el sudeste asiático. En el continente americano habían sido inventados unos sistemas de escritura ideográficos, como el maya y el azteca, pero con la conquista y la colonización las formas de escritura desaparecieron. Por último, el alfabeto de Palestina llegó a difundirse en todo el mundo con la única excepción de la escritura ideográfica china y de las formas derivadas de ella, como el japonés. Los sistemas de escritura tienden a ser conservadores, incluso no faltó en sus orígenes la atribución de ser un regalo de los dioses. Todo cambio o modificación ortográfica plantea grandes dudas, e incluso en los congresos de lingüistas que se plantean la necesidad de reformar la ortografía para eliminar pequeñas incoherencias, existen grandes resistencias para llevarlo a cabo, y es difícil llegar a acuerdos y compromisos. El primer escrito que se conoce se atribuye a los sumerios de Mesopotamia y es anterior al 3000 a.C. En el caso de los egipcios se conocen escritos que proceden de unos cien años después y también testimonian el principio de transferencia fonética. En la última mitad del segundo milenio antes de Cristo los pueblos semíticos que vivían en Siria y Palestina tomaron el silabario egipcio bajo la forma más sencilla y reducida (esto es, los signos de consonante más cualquier vocal), y abandonaron sus ideogramas y su silabario complejo. Este nuevo silabario estaba prácticamente hecho, porque los egipcios nunca escribieron vocales. Los griegos tomaron su escritura de los fenicios y dieron el último paso, pues separaron vocales de consonantes y las escribieron por separado; así se llegó a la escritura alfabética en torno al 800 a.C.

Redacción de distintos textos

Las diferentes maneras en que nos comunicamos, recibimos y transmitimos información, utilizamos y nos apoyamos del lenguaje oral y escrito constituyen las prácticas sociales del lenguaje, que son pautas o modos de interacción que dan sentido y contexto a la producción e interpretación de los textos orales y escritos, que comprenden diferentes modos de leer, interpretar, estudiar y compartir los textos, de aproximarse a su escritura y de participar en los intercambio orales y analizarlos.



A diferencia del lenguaje hablado, la escritura tiene capacidad de convicción permanentemente y a distancia. Es decir, la persona que escribe puede no estar en contacto directo con sus interlocutores. Esto lleva al escritor a tomar decisiones sobre la mejor manera de expresarse por escrito, considerando los contextos de sus lectores potenciales.

No es frecuente que un escrito sea satisfactorio de inmediato; lo común es que el escritor tenga que pensar primero qué es lo que quiere comunicar y cómo hacerlo, después es necesario que escriba una primera versión, la cual al releer podrá corregir hasta lograr el texto deseado. Por esta razón, el proceso para la producción de un texto constituye un aprendizaje complejo que debe respetarse. Por ello, uno de los propósitos de la educación básica es que los alumnos aprendan este proceso de redacción, el cual supone la revisión y elaboración de versiones hasta considerar que un texto es adecuado para los fines para los que fue hecho. Este aprendizaje implica tomar decisiones, afrontar problemas, evaluar y corregir.

Por estas razones, desde el inicio de la escolarización estas actividades y reflexiones,  que conforman el proceso de escritura, deben presentarse regular y frecuentemente de la siguiente manera:

• Planear los textos antes de comenzar a escribirlos. Establecer para qué se escribe, a quién se dirige, qué se quiere decir y qué forma tendrá (organización). La lectura y el análisis de textos semejantes al que quiere lograrse es una fuente importante de información para planearlo y tomar decisiones.
• Escribir una primera versión, atendiendo a la planeación en la medida de lo posible.
• Releer el texto producido para verificar que cumpla con los propósitos establecidos y tenga  suficiente claridad. Para esta actividad puede ser necesario repetir este paso varias veces: los alumnos se pueden apoyar en algún compañero para que valore con mayor objetividad el borrador escrito.
• Corregir el texto atendiendo los diferentes niveles textuales: el nivel del significado (¿cumple con lo que quiere decirse?, ¿es claro?, ¿la secuencia de ideas es la adecuada?, ¿es coherente?), el nivel de las oraciones y las palabras empleadas (¿las oraciones están completas?, ¿la relación entre las oraciones es lógica?) y el nivel de la ortografía, el formato, la caligrafía o legibilidad de la tipografía empleada, etcétera.
• Compartir el texto con el o los destinatarios y comprobar, en la medida de lo posible, si tuvo el efecto deseado.

Resultado de imagen para escritura niñosLa participación del docente es muy importante para que los alumnos avancen en este aspecto. Este avance supone hacer reflexiones reiterativas y continuas sobre los aspectos del lenguaje involucrados en la lectura y la escritura, así como crear las condiciones para que los alumnos vayan apropiándose de los procesos e incorporen progresivamente formas más apropiadas de usar el lenguaje. Para cada proyecto se sugieren temas en los que debe centrarse la atención de los alumnos. Es decir, son aspectos que deben trabajarse en el aula durante las sesiones con actividades de lectura y escritura.